La Crisis del Habitar, desde la escucha de las músicas populares, es una obra literaria crítica que revela una profunda crisis de la humanidad en su relación con la naturaleza, crisis manifestada en las letras de la música popular que muchos escuchan en los medios, consumo que refleja el fiel divorcio del hombre de su vital relación con la vida misma.
Por: John Hammer León Cuellar
En este libro, los docentes investigadores José Leonardo Ruiz Méndez, Doctor en Educación y Cultura Ambiental, docente, compositor y músico adscrito a la Licenciatura en Educación Artística de la Universidad Surcolombiana; y Carlos Alberto Chacón Ramírez, PhD en Ciencias Sociales y Juventud por el Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (Cinde) de la Universidad de Manizales, ofrecen una rica interpretación de esa dimensión simbólica que emana de la música.
De este modo, logran retratar los distintos momentos (tiempo-espacio) que rodean las letras de las canciones seleccionadas de la música popular en su investigación, revelando desde el lenguaje empleado en esas canciones, una constante crisis que existe entre el cuerpo, el mito y el habitar.
Pero sobre todo, una separación entre dos mundos, el natural y el cultural, este último, deformado por las ambiciones de una sociedad que ve como destino el consumo materialista, dictados de una sociedad capitalista que intenta vender a la sociedad global un concepto de modernidad industrializado.
La instrumentalización de la naturaleza, como proveedora de los insumos que requiere la lógica del capitalismo, ha impregnado el ser humano a tal grado que este se ha convertido en un mal morador de la tierra misma.
Apartado de las conexiones naturales que simbióticamente unen al hombre con su casa, la madre tierra, contemplamos hoy el sufrimiento del propio ser humano en las canciones de la música popular.
El encuentro de los cuerpos que narran las canciones, surge como una necesidad implantada en el ser humano, como lógica de la felicidad impuesta. El análisis que se hace en esta obra literaria plasma a un hombre incapaz de vivir su propia soledad; la necesidad de una compañía constante sigue una fabricación mercantilista de las relaciones humanas que aparejan el adorno, elementos del acto sexual y todo el cortejo que lo acompaña para tal fin.
La importancia de la Crisis del Habitar radica en la necesidad de escuchar bien la música, en la que los lectores podrán descubrir aquellas conexiones del entorno y los cuerpos y hacer miradas críticas o comprensivas si se quiere, de la narrativa musical popular, el por qué, y las lógicas de su intencionalidad.
La relación íntima entre la música y el entorno, es revelada en esta importante obra literaria que convoca a la humanidad a examinar una realidad crítica, naturaleza-hombre, que se vive a diario y desde hace muchos años, en una de las más apasionantes actividades del hombre, como lo es el consumo y la producción musical.
Este libro está dirigido a quienes han sentido la crisis del habitar en el mundo-de-la-vida-cotidiana; “a quienes deseen comprender que en las palabras y en las cosas que compartimos a diario, se está definiendo la vida, lo vivo y lo viviente en la tierra”, resaltó José Leonardo Ruiz Méndez, coautor de la obra.
Destacado 1
“Provocada por un conjunto de crisis entre las cuales se encuentran la de los símbolos, la de lo estético, la de lo poético y la de lo ambiental, esta crisis del habitar consiste en una transgresión al ethos de la tierra que deja en todos los cuerpos las huellas del habitar humano. Crisis que se puede develar en la escucha de las músicas populares que hacen los cuerpos-jóvenes-universitarios”.
Destacado 2
“La mayor parte de la población actual habita en las ciudades, lugar donde se interactúa con las realidades que más fuertemente impactan las sensibilidades y maneras como nos relacionamos en la vida diaria con el ambiente. Es por esta razón que se decide estudiar la escucha de las músicas populares que conforman la banda sonora de los cuerpos-jóvenes-universitarios, para hallar en sus letras la crisis del habitar”.
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